domingo, 5 de abril de 2009

Loss

Nos quedamos mirándonos unos segundos, luego me invito a sentarme en otra silla a unos centímetros de la suya.-¿Estás diciéndome que no sabes que haces aquí? ¿Te has dado un golpe en la cabeza o algo parecido? En fin, como acabo de decir, no tienes pintas de malas intenciones así que no seguiremos con el tema de si eres ladrona o no, me presento. –Se levantó y me dio la mano. –Me llamo Jake, tengo 17 años y vivo con mi padre, él es curandero y yo soy quien va a buscar hierbas medicinales a las afueras de la ciudad para ayudarle. Cuando era pequeño solía ir con mi madre, pero desde su muerte mi padre me ha obligado a hacerlo a mi. Nací en esta pequeña ciudad llamada Dohan y aquí es donde he vivido siempre.

Paró de hablar y se volvió a sentar, se quedo mirándome y supuse que esperaba a que me presentara yo igual que había hecho él.

-Yo me llamo Clare y tengo 16 años. Vivo con mi madre, cuando tenia 4 años mi padre nos abandono y nunca he vuelto a saber nada de él. Vivo a las afueras de Nueva York, estudio en el instituto de mi pueblo y…-Dije, mientras me daba cuenta de que Jake estaba poniendo caras raras como si le estuviera hablando en otro idioma-. ¿Qué pasa? ¿Por qué me miras así?
-¿Nueva York? ¿Instituto? ¿De que me hablas? Solo tenias que hacer una presentación sencillita y no inventarte cosas.
-¿No conoces Nueva York? America si la tienes que conocer, es uno de los 6 continentes.
-¿Qué? Oye mira… mejor cambiamos de tema. ¿Me vas a decir de una vez que estabas haciendo en mi habitación?
-¿Estas sordo? ¡Te he dicho que no lo se! Lo ultimo que recuerdo es que iba por el bosque con mi mejor amiga Diana, nos encontramos un pozo muy extraño, perdí el equilibrio y caí dentro. Mientras Diana pedía ayuda fui a investigar un poco, aquello desde allí no parecía un pozo, sino una guarida. Recuerdo encontrar en el suelo un anillo, lo cogí y lo siguiente que recuerdo es despertarme en esa habitación oscura. Parece una locura, pero es como si al tocarlo me hubiera tele transportado a otra dimensión u otra época.
-Un anillo eh, ¿recuerdas como era? Alo mejor si lo encontramos puedes volver de donde quiera que vengas, suponiendo que tu teoría sea cierta claro.
-Mi teoría es la única que tenemos por ahora, no perdemos nada por intentarlo. Estaba muy sucio, pero recuerdo que era plateado y unas pequeñas letras doradas lo rodeaban, era una lengua extraña, yo no la conozco al menos.
-¡¡Yo tengo un anillo así!! Bueno lo tiene mi padre, es muy antiguo, lleva en la familia generaciones y generaciones.

Continuará...

sábado, 4 de abril de 2009

Loss

Esto es una historia que he empezado a escribir, y bueno, he decidido ir poniéndola aquí conforme la vaya escribiendo. No tiene titulo provisional aun, pero ya decidiré uno cuando lo tenga claro.



Y ahí estaba yo, me acababa de despertar no recordaba que había pasado. No conocía aquel lugar, una pequeña habitación llena de oscuridad sin más luz que la de la tenue llama de una vela sobre una mesa. No sabia como había llegado a aquel lugar, solo recordaba haber recogido del suelo un extraño anillo, y ahora estaba en esta habitación. Vi luz por la rendija de debajo de la puerta y escuche un ruido, me acerque a la puerta y escuche como dos personas hablaban, ambas voces de hombre, uno tenia la voz muy grabe y parecía enfadado, el otro parecía ser joven por su voz suave y torpe al contestarle al individuo enfurecido. Permanecí un rato detrás de la puerta, la cosa se puso fea puesto que el hombre enfadado le grito al menor, oí un fuerte golpe y luego un portazo. Me pregunte si debía abrir la puerta, no sabía que me encontraría detrás pero tenia miedo de que hubiera pasado algo malo, me arme de valor y abrí la puerta poco a poco. Había poca claridad, la chimenea estaba encendida, busque con la mirada por aquella habitación algún rastro de vida y al mirar al suelo vi a un chico tirado. Tenía el pelo negro, no era mucho más mayor que yo y vestía con ropa antigua. Me acerque lentamente, no sabia que hacer y parecía herido, quizás fue golpeado por el otro hombre. Me agache y le hable:

-Hola… ¿Chico, estas bien?
Se giró y pude ver su cara, sus ojos eran verdes, el pelo le llegaba por las orejas y tenia un bello rostro, aunque una de sus mejillas estaba colorada.
-¿A ti que te parece? Si estuviera bien no estaría tirado en el suelo. Por cierto, ¿quien eres, y que hacías en mi habitación? ¿No serás una ladrona? –Se incorporó y se sentó en una silla de madera que había cerca.
-Solo te he preguntado por educación, intentaba ser amable y hubiera preferido una contestación menos borde por tu parte ya que solo quiero ayudarte, aunque no te juzgaré puesto que entiendo que estés molesto. Claro que no soy una ladrona, pero de haberlo sido no creo que te hubiera importado mucho ya que te as limitado a sentarte y no hacer nada. Y bueno, no sé que hacia en tu habitación, esperaba que tú pudieras ayudarme a saberlo. –Le conteste un poco brusca.

-Si hubieras sido una ladrona no creo que hubieras podido hacer nada contra mí, ¿te as visto? Además, tampoco tienes muchas pintas de venir a robar, solo lo pregunte para saber que dirías.

Nos quedamos mirándonos unos segundos, luego me invito a sentarme en otra silla a unos centímetros de la suya.
-¿Estás diciéndome que no sabes que haces aquí? ¿Te has dado un golpe en la cabeza o algo parecido? En fin, como acabo de decir, no tienes pintas de malas intenciones asíque no seguiremos con el tema de si eres ladrona o no, me presento.

Continuará...